Hoy es el día 7 del SisyReto 2013, además es lunes sin carne y es como una "Diocidencia" para la meditación que hoy quiero compartirles.
Este año que empecé la dieta nuevamente (y no quiero decir que la deje el año pasado, me refiero a empezar con el nuevo año) me propuse no solo bajar de peso sino seguir alimentando mi espiritu y con ello aprender que es lo que Dios tiene para mi. Por tal motivo estoy releyendo poco a poco el libro de Made to Crave.
Hace mucho les compartí un poco mi testimonio sobre mi lucha con el peso. Yo pensaba que en realidad no era una lucha, no lo veia como un problema... ahora que me pongo a ver hacia atrás quiza no "adoraba" la comida en el sentido que Lysa comenta en su libro. Lo que si es que no tomaba buenas decisiones. No pensaba en el futuro, creia que nada iba a pasar, que no habia consecuencias, pensaba solo en el placer momentaneo de disfrutar un fin de semana sin cocinar, en la cama con mi esposo comiendo alitas y viendo una película. Parte de ese problema es que me faltaba (y para mi verguenza aceptarlo) oración, me faltaba alimento espiritual.
Es increíble como si tu espíritu esta lleno de la Palabra de Dios, tu cuerpo en realidad no requiere tanta comida. y creanme, los antojos siguen, a veces caigo y no es pecado. Creo en el concepto de 80/20 (80 % de mi dia o de la semana como perfectamente bien y un 20% me salgo tantito), lo que quiero decir es que cuando tu mente y corazón está enfocado en buscar y conocer a Dios tu carne queda desplazada y no piensas en alimentarla más que con lo que necesitas.
Esta semana en mis devocionales matutinos he estado leyendo oraciones respecto a la palabra de Dios y ahora que comparti esto vinieron a mi memoria porque las veo hechas realidad. Aqui unos versículos para que mediten en ello y vean como aplica a sus vidas: Juan 8:31-32, Salmo 119:105, Deuteroniomio 32:1-3, Mateo 4:4, Salmo 130:5, Hebreos 4:12, 2 Timoteo 3:16-17, 2 Timoteo 3:15.
Ahora, si tu también estas teniendo problemas con tu peso y eso te ha llevado a problemas de autoestima, salud, depresión, etc., creo que has hallado el lugar correcto.
Primero, Dios te ama tal como eres. Ni un kilo más flaca ni un kilo más gorda... así como eres, eres perfecta creación.
Segundo, Dios te quiere sana. Dios planeo para tu cuerpo sus funciones, sus horarios, sus necesidades y quiere que tu cuerpo funcione como él planeo. Entonces si tu peso está afectando cualquier función de tu cuerpo, pidele que te ayude a llegar al peso que planeo para ti. Vas a necesitar ayuda asi que pidele a alguna amiga o familiar o consejero de mucha confianza que camine este recorrido contigo. Mis apoyos han sido mis padres y mi esposo. Cuando quiero fallar, uno de ellos ora por mi, o me anima a seguir en el camino de la buena salud, o me pide cuentas de si hice o no ejercicio.
Tercero, nada de esto lo vas a lograr si en tu corazón no te lo propones. Mira el ejemplo de Daniel (Daniel 1:8,14-16) Daniel propuso en su corazón no contaminarse con comidas que no eran las que estaban permitidas para su pueblo aunque estuvieran al alcance y se vieran apetitosas. Daniel propuso en su corazón agradar a Dios y cuidar el templo (su cuerpo) donde el Espiritu de Dios habita. Cuando yo comprendi eso (que mi cuerpo es el templo del ES) me cayó el 20, como dicen. Me puse a pensar en mi casa, como cuando alguien viene de visita o simplemente por que mi esposo y yo vivimos aqui, me gusta tenerla decorada, limpia, arreglada lo más posible y cuando la empiezo a ver sucia me desespero y hago una limpia extrema (como la que iniciaré hoy jaja), el caso es que cuando pensé en mi cuerpo, con casi 20 kilos de sobrepeso, en que mi corazón no estaba contento pues me veia al espejo y no me gustaba lo que veia, etc., y luego pensar que en estos pedazos de carnes habita el Dios del universo, simplemente no pude más y le pedí que me ayudara a "re-decorarlo" eso fue en Marzo del año pasado y llevo perdidos, y nunca más espero reencontrarlos, casi 8 kilos... me siento felíz, llena de fuerza, pero lo más importante es que le puedo presentar a Dios un templo no solo bonito por fuera, sino también por dentro porque su palabra es viva y eficaz y me edifica, su palabra ha sido el concreto, los ladrillos, las tuberias y todos los demás utensilios de construcción para el interior de mi cuerpo.
Todavia está en remodelación y por eso algunas cosas aun no funcionan bien, pero yo se que el arquitecto de mi cuerpo, al ver la diligencia de su obrera, arreglara todas las funciones de mi cuerpo y traera sanidad fisica y espiritual a mi vida... todo porque un dia propuse en mi corazón no contaminarme con comida que fuera dañina.
Haz una oración este dia y pidele a Dios ayuda.
"Señor, yo tengo problemas con mi peso, lo reconozco. No me siento bonita, ni digna ni con un uso especial, pero comprendo que tu asi me amas y que para ti soy perfecta y especial. Gracias por amarme asi. Ayudame a poder verme con tus ojos, pero también quiero que me ayudes a ofrecerte ese templo que merece tu presencia. Comenzando por el interior, limpiame, dame fortaleza para decirle no a los antojos del dia, dame diligencia para levantarme y hacer el ejercicio que necesito. Reestablece las funciones de mi cuerpo que mis acciones descompusieron. Dame paz para esperar el tiempo necesario en este camino y cuando llegue, dame fuerza para seguir caminando en él. Glorificate en mi vida. Amen"
con cariño, Marcia.
Este año que empecé la dieta nuevamente (y no quiero decir que la deje el año pasado, me refiero a empezar con el nuevo año) me propuse no solo bajar de peso sino seguir alimentando mi espiritu y con ello aprender que es lo que Dios tiene para mi. Por tal motivo estoy releyendo poco a poco el libro de Made to Crave.
Hace mucho les compartí un poco mi testimonio sobre mi lucha con el peso. Yo pensaba que en realidad no era una lucha, no lo veia como un problema... ahora que me pongo a ver hacia atrás quiza no "adoraba" la comida en el sentido que Lysa comenta en su libro. Lo que si es que no tomaba buenas decisiones. No pensaba en el futuro, creia que nada iba a pasar, que no habia consecuencias, pensaba solo en el placer momentaneo de disfrutar un fin de semana sin cocinar, en la cama con mi esposo comiendo alitas y viendo una película. Parte de ese problema es que me faltaba (y para mi verguenza aceptarlo) oración, me faltaba alimento espiritual.
Es increíble como si tu espíritu esta lleno de la Palabra de Dios, tu cuerpo en realidad no requiere tanta comida. y creanme, los antojos siguen, a veces caigo y no es pecado. Creo en el concepto de 80/20 (80 % de mi dia o de la semana como perfectamente bien y un 20% me salgo tantito), lo que quiero decir es que cuando tu mente y corazón está enfocado en buscar y conocer a Dios tu carne queda desplazada y no piensas en alimentarla más que con lo que necesitas.
Esta semana en mis devocionales matutinos he estado leyendo oraciones respecto a la palabra de Dios y ahora que comparti esto vinieron a mi memoria porque las veo hechas realidad. Aqui unos versículos para que mediten en ello y vean como aplica a sus vidas: Juan 8:31-32, Salmo 119:105, Deuteroniomio 32:1-3, Mateo 4:4, Salmo 130:5, Hebreos 4:12, 2 Timoteo 3:16-17, 2 Timoteo 3:15.
Ahora, si tu también estas teniendo problemas con tu peso y eso te ha llevado a problemas de autoestima, salud, depresión, etc., creo que has hallado el lugar correcto.
Primero, Dios te ama tal como eres. Ni un kilo más flaca ni un kilo más gorda... así como eres, eres perfecta creación.
Segundo, Dios te quiere sana. Dios planeo para tu cuerpo sus funciones, sus horarios, sus necesidades y quiere que tu cuerpo funcione como él planeo. Entonces si tu peso está afectando cualquier función de tu cuerpo, pidele que te ayude a llegar al peso que planeo para ti. Vas a necesitar ayuda asi que pidele a alguna amiga o familiar o consejero de mucha confianza que camine este recorrido contigo. Mis apoyos han sido mis padres y mi esposo. Cuando quiero fallar, uno de ellos ora por mi, o me anima a seguir en el camino de la buena salud, o me pide cuentas de si hice o no ejercicio.
Tercero, nada de esto lo vas a lograr si en tu corazón no te lo propones. Mira el ejemplo de Daniel (Daniel 1:8,14-16) Daniel propuso en su corazón no contaminarse con comidas que no eran las que estaban permitidas para su pueblo aunque estuvieran al alcance y se vieran apetitosas. Daniel propuso en su corazón agradar a Dios y cuidar el templo (su cuerpo) donde el Espiritu de Dios habita. Cuando yo comprendi eso (que mi cuerpo es el templo del ES) me cayó el 20, como dicen. Me puse a pensar en mi casa, como cuando alguien viene de visita o simplemente por que mi esposo y yo vivimos aqui, me gusta tenerla decorada, limpia, arreglada lo más posible y cuando la empiezo a ver sucia me desespero y hago una limpia extrema (como la que iniciaré hoy jaja), el caso es que cuando pensé en mi cuerpo, con casi 20 kilos de sobrepeso, en que mi corazón no estaba contento pues me veia al espejo y no me gustaba lo que veia, etc., y luego pensar que en estos pedazos de carnes habita el Dios del universo, simplemente no pude más y le pedí que me ayudara a "re-decorarlo" eso fue en Marzo del año pasado y llevo perdidos, y nunca más espero reencontrarlos, casi 8 kilos... me siento felíz, llena de fuerza, pero lo más importante es que le puedo presentar a Dios un templo no solo bonito por fuera, sino también por dentro porque su palabra es viva y eficaz y me edifica, su palabra ha sido el concreto, los ladrillos, las tuberias y todos los demás utensilios de construcción para el interior de mi cuerpo.
Todavia está en remodelación y por eso algunas cosas aun no funcionan bien, pero yo se que el arquitecto de mi cuerpo, al ver la diligencia de su obrera, arreglara todas las funciones de mi cuerpo y traera sanidad fisica y espiritual a mi vida... todo porque un dia propuse en mi corazón no contaminarme con comida que fuera dañina.
Haz una oración este dia y pidele a Dios ayuda.
"Señor, yo tengo problemas con mi peso, lo reconozco. No me siento bonita, ni digna ni con un uso especial, pero comprendo que tu asi me amas y que para ti soy perfecta y especial. Gracias por amarme asi. Ayudame a poder verme con tus ojos, pero también quiero que me ayudes a ofrecerte ese templo que merece tu presencia. Comenzando por el interior, limpiame, dame fortaleza para decirle no a los antojos del dia, dame diligencia para levantarme y hacer el ejercicio que necesito. Reestablece las funciones de mi cuerpo que mis acciones descompusieron. Dame paz para esperar el tiempo necesario en este camino y cuando llegue, dame fuerza para seguir caminando en él. Glorificate en mi vida. Amen"
con cariño, Marcia.
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